El uso de ladrillos de mala calidad, sin marca y de medidas irregulares en la construcción del Coliseo Cerrado que ejecuta el Gobierno Regional de Lima, denunciaron trabajadores del Sindicato de Construcción Civil de Huacho.Dijeron que ello podría en un futuro cercano traer consecuencias lamentables, pues no garantizan la seguridad de la infraestructura, ni mucho menos de quienes en un determinado momentos podría hacer las veces de espectadores, alerta que llama poderosamente la atención y que nos lleva a exigir acciones inmediatas a las autoridades regionales.
LA ALERTA.- Alex Samaniego, secretario interino del Sindicato de Construcción Civil de la Provincia de Huaura, fue el primero en llamar la atención sobre los materiales que utiliza la empresa Consorcio Huacho contratada por el Gobierno Regional para edificar la infraestructura deportiva.“Nosotros como sindicato, no solamente entramos a laborar y dedicamos a nuestro trabajo de construcción, sino también a la vez, de una u otra forma fiscalizamos”, dijo como preámbulo de su denuncia.“Los ladrillos no cuentan con los estándares de calidad porque prácticamente no tiene marca registrada. Nosotros conocemos la calidad de los ladrillos como Rex, Pirámide, donde incluso la marca viene impresa en el material”, indicó.Dijo que el perjuicio sería para la obra misma y que los estragos se verían después de un sismo o transcurrido un tiempo cercano, cuando la pared se esté agrietando.
COMO GALLETA.-Roberto García, es otro de los trabajadores que ratificó la denuncia de Samaniego, “los ladrillos que hemos estado asentando debajo de las tribunas, prácticamente no sirven”, puntualizó.“Yo he hecho una observación a uno de los supervisores de la obra y le rompí un ladrillo en su presencia y se hizo como galleta, se destrozó todo. Es ladrillo mal quemado, está salitrudo”, agregó García señalando que las tribunas podrían venirse abajo con el peso.“Como huachanos tenemos que ser fiscalizadores, sino van a decir ante una mala obra, ahí estuvieron los de construcción civil, como no han hecho la observación”, anotó.
RIESGO INMINENTE.- Joshi Rebaza, trabajador con experiencia en mano calificada y a quien no se le permitió ingresar a trabajar en el Coliseo Cerrado que construye el Gobierno Regional en San Lorenzo-Santa María, por el simple hecho de ser un agudo fiscalizador de las obras públicas, acotó que el riesgo del colapso de las tribunas es inminente.“Los ladrillos son de mala calidad y van actuar de soporte a las vigas y las vigas a su vez a todas las tribunas y éstas a los asistentes y al haber movimiento, va a hacer que colapsen los muros, porque a través de éstos van a transmitir todo el peso”, aseveró Rebaza.Añadió que los estudios de suelo en la zona donde se construye el Coliseo, determinan que los niveles freáticos están muy por encima, en términos prácticos es, que encuentras agua cavando a dos metros de profundidad y si tienes un volumen de concreto, una edificación, tiene cierta presión, “ahora si tú construyes en una zona proclive al agua o media pantanosa, va a tener que colapsar y con los materiales que se están usando, peor todavía”, aseveró.Dijo que a través del agua afloran los elementos corrosivos como el salitre y los sulfatos y si tengo un ladrillo de mala calidad, van a hacerlos más corrosivos.
REPRESALIAS.-Samaniego y García, intentaron vanamente que la empresa contratada por el GRL para supervisar la construcción del Coliseo Cerrado, obra en la que se invertirá casi 8 millones de soles, tome acciones y evite que se utilicen los ladrillos de mala calidad, es por ello que denunciaron el hecho ante la consejera por Huaura, Marianela Junco, quien llegó a la obra y recibió la queja de todo el personal que además estaba retrasado en sus pagos. Dos días después de eso, fueron despedidos.El cese de labores de ambos, fue sustentado con una supuesta falta de rendimiento, que ellos descartan.A Joshi Rebaza, quien debió entrar a la obra como mano calificada, no se le permitió el acceso porque según el comandante del SOES de la PNP, le habría dicho a la constructora que este personaje representaba un peligro para la empresa, pero no por tener antecedentes policiales o judiciales, sino porque es conocedor de sus derechos y fiscalizador nato.Según refiere, “parece que ha sido una condición del GRL que ha identificado a algunos trabajadores que sí levantamos la voz cuando los trabajos se están haciendo mal”.Los denunciantes además, indican que el Ing. Pavel Meza es señalado por la constructora como ingeniero residente, pero firma los documentos como asistente de obra.
AUDITORÍA.- Esta es la realidad de la construcción de la única obra de “envergadura” que el GRL ejecuta en Huacho, con la gravitante denuncia que podría colapsar por utilizar materiales que no tienen calidad.Es necesaria una auditoría inmediata a los trabajos, así éstos tengan que paralizarse momentáneamente, solo con una intervención de la obra, podría garantizarse la seguridad futura de los espectadores.(fuente diario Enfoques)
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