A cinco años de su muerte, Freddy Alberto Quintana Inocente sigue sin descansar en paz, pues hasta ahora, no se ha podido castigar a su o sus asesinos.Cuando la familia creía que por fin se condenaría al principal sospechoso del asesinato del conocido y querido profesor universitario, el fallo en la Corte de Huaura, les fue adverso y una vez más, su esposa y sus hijos toman un respiro para recomenzar la batalla en pos de alcanzar justicia, si es que la hay.
PARA RECORDAR.- Como se recuerda, el catedrático de la Sánchez Carrión, fue asesinado el 28 de setiembre del 2005 de seis balazos, dos impactos perforaron su rostro. Su muerte fue instantánea. La policía encontró su cuerpo en la calle Mateo Pumacahua de Hualmay, cuando los peritos llegaron, su cuerpo aún estaba caliente.Los vecinos quienes llamaron a la policía, dijeron que vieron a una pareja discutir con Quintana, cuando de pronto, sonaron los disparos. Eran las 10:00 p.m. cuando ocurrió el asesinato en una zona con luz tenue, pero lo suficientemente iluminada como para apreciar rostros y estatura. Por eso es que los habitantes del lugar, sindicaron a un hombre no tan alto trigueño, contextura gruesa y abrigo, el mismo que estaba junto a una mujer de baja estatura y delgada a la vez.EL MÓVILLa investigación dio como resultado que el motivo del crimen, fue pasional, un triángulo amoroso entre la víctima, Dolores Tapia Segura (madre de una de sus alumnas del colegio Inmaculada) y Máximo Gonzales García, éste último un marino mercante.La búsqueda de ambos, fue tenaz, la primera en declarar fue la fémina, quien siempre negó ser la mujer que estuvo al lado de Quintana el día de su muerte, tampoco dio pistas para capturar al marino y fue absuelta por la justicia en el 2008.
SIN JUSTICIA.- En enero del año pasado (a casi cuatro años del crimen), la policía recién capturó a Máximo Gonzales García, sindicado como el principal sospechoso del asesinato, un mes después, el Juez del Juzgado Unipersonal de la Corte de Huaura, Víctor Raúl Reyes Alvarado lo condenó a 20 años de pena privativa de la libertad al encontrarlo culpable del asesinato, pero extrañamente el fallo fue anulado.Un año después, el proceso fue abordado nuevamente por el Juzgado Unipersonal de esta Corte y fue absuelto. La decisión fue tomada por el Dr. Víctor Romero Uriol el último viernes 12 de marzo
EL FALLO“Este juzgador se reafirma en que la sentencia tiene que ser merituada en base a indicios. En ese sentido, no es posible dictar sentencia condenatoria, porque ésta no solo es cuestión de técnica, sino también de sentimiento, y ese sentimiento debe ser de seguridad para mandar a una persona a la cárcel”, dijo el juez Romero Uriol, dando cuenta de su veredicto, el mismo que en su integridad, se leerá el próximo 21 de marzo a las 8:15 a.m.Previamente, el magistrado dio como parte del sustento de su decisión, la contradicción de uno de los testigos
“ESTÁ PARCIALIZADO” La absolución de Máximo Gonzales García, principal acusado del asesinato y quien se encuentra con libertad restrictiva, enfureció al fiscal Feliciano Francia, quien investigó el caso y acusó al juez Romero de estar parcializado.“Ha demostrado un total desconocimiento del Código Procesal Penal. No ha sabido conducir la audiencia, lo que me lleva a mi como fiscal a dudar de su imparcialidad”, precisó.“No ha querido tocar los medios de pruebas ofrecidos, solo ha tocado los que le convenían a la defensa como lo declaró la enfermera y el testigo que reconoció a Máximo Gonzales el día de los hechos. Para mi, estaría parcializado”, aseveró anunciando que apelará la decisión.Jennifer Quintana Flores (27), participó de la audiencia y tuvo que soportar la frustración e indignación de no sancionar al asesino de su padre.
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