Continúa la polémica entre los vecinos del sector de Peralvillo, en Huaura, y el obispo de la Diócesis de Huacho, Antonio Santarsiero Rosa, por la posesión de un terreno de 330 metros2, que pertenecía a los moradores desde 1978, cuando se lo compraron a la Beneficencia Pública. Sin embargo, la Iglesia presentó unos documentos, firmada por un grupo de pobladores, traspasándola a la Parroquia de Cruz Blanca para construir un centro educacional.
Julia Maldonado, vecina de la zona, aseveró que “esas declaraciones de transferencia serían fraguadas, porque las firmas no corresponden al contenido del documento”. Asimismo, indicó que ese inmueble estaba construido y era utilizado como local comunal, donde realizaban sus actividades, “pero de un momento a otro llegó el Obispo y la tumbaron. Vamos a proceder legalmente, porque no permitiremos que pisoteen nuestros derechos”.
Julia Maldonado, vecina de la zona, aseveró que “esas declaraciones de transferencia serían fraguadas, porque las firmas no corresponden al contenido del documento”. Asimismo, indicó que ese inmueble estaba construido y era utilizado como local comunal, donde realizaban sus actividades, “pero de un momento a otro llegó el Obispo y la tumbaron. Vamos a proceder legalmente, porque no permitiremos que pisoteen nuestros derechos”.
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