Rusia, 01 de mayo de 2010 Carta a los trabajadores peruanos.
Un fraterno saludo y reconocimiento a todos aquellos hombres y mujeres que desde sus centros de labores, centrales sindicales o desde sus propios hogares, construyen la Nación exigiendo la oportunidad de acceder a un trabajo digno y justo, como camino a la disminución de la desigualdad y la pobreza, propio de un estado libre y justo.
Nos merece una celebración por todos, pero también hacer escuchar nuestra voz de protesta contra el abuso y represión que han sufrido nuestros compatriotas mineros, agricultores, transportistas, maestros, médicos, catedráticos y obreros, que en los últimos años han salido a las calles a reclamar el cumplimiento de la Ley; las ocho horas de trabajo, el aumento de su remuneración mínima vital, condiciones mínimas y humanas de seguridad, la eliminación de las services, el reparto equitativo y universal de utilidades e incluso el derecho a sindicalizarse.
La política del “cholo barato” implantada desde el inicio de esta gobierno ha cobrado la vida de, por lo menos, 40 obreros de construcción, pese al crecimiento de su sector, y una cifra similar de mineros han encontrado su fin en los socavones, en abierto contraste al desarrollo de sus empresas. Lo que nos confirma, con pesar, que mayor crecimiento no es mayor desarrollo en este país y bajo la aplicación de este modelo económico.
Es necesario que la población en general entienda que es tan indignante que un joven camarógrafo se amarre a las antenas de un canal por el incumplimiento de su sueldo, como que hace 20 años no se haga respetar el sueldo de nuestros policías y militares. Que es tan indignante que no se brinde las condiciones mínimas de seguridad a un obrero, como que no se le pague honestamente a los profesores.
Es imprescindible recuperar nuestra capacidad de indignación y no desanimarnos, al contrario, estos casos deben darnos el empuje necesario para continuar con el Proyecto Nacionalista que en el fondo, todos buscamos. Ser la alternativa, a un Gobierno que sólo está preocupado en instaurar un oscurantismo político en el país, para perseguir y reprimir a que piensa diferente y a quien reclama sus derechos.
Celebremos el día mundial de los trabajadores; recordemos a sus mártires; pero sobre todo propongamos una agenda y presionemos a la clase política gobernante que atienda los puntos arriba señalados, para que, dentro del Estado de Derecho y el respeto a sus instituciones, se construya la Nación que todos merecemos.
Ollanta Moisés Humala Tasso
Presidente del Partido Nacionalista Peruano
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