Durante todo el día las autoridades de
defensa civil de Barranca, llámese alcalde Provincial Romel Ullilen y alcaldes
de los distritos, brillaron por su ausencia, no se han reunido para evaluar
estos extraños sismo, que reiteramos se están produciendo en las ultimas 72
horas.
La oficina de Defensa Civil de Barranca
tampoco se le ha visto evaluando en las calles y playas la situación actual del
comportamiento irregular del mar, salvo que haya remitido un informe secreto
sobre sus trabajos a sus jefes. Mas vemos a los trabajadores de estas oficinas
preocupados conversando en cebicherías y otros locales con los dueños de estos
establecimientos, o discotecas, suponemos para evaluar las zonas de seguridad
de estos locales, bueno. Lo que llama la atención es la pasividad con la que están
asumiendo estos cargos, no se trata tampoco reunirse, por reunirse, para que se
saluden si no para que evalúen, implementen sus almacenes de defensa civil,
ubiquen eventuales zonas de riesgo y zonas de seguridad frente a cualquier
eventualidad, tengan listos medios alternativos de comunicación en una eventual
emergencia, que sin ánimos de ser pesimistas o alarmistas tengamos que
afrontar.
Si queremos fomentar una cultura de prevención,
todos tenemos que dar el ejemplo, pero aun mas las autoridades. Ya basta de
tanta publicidad infértil de Barranca si paga, por ejemplo, claro que paga,
pero a quienes, a funcionarios no adecuados para los cargos, con falta de carácter
y capacidad para ejecutar o hacer bien sus trabajos. o los promocionados
boulevard, que pueden estar curiosos, pero eran necesarios, y por cierto a quienes benefician, no es acaso a determinados locales nocturnos
como el de la segunda cuadra de la calle Alfonso Ugarte, cuyo boulevard colinda
con una pollería del jirón Galvez, entre otros. Pero para no salirme del tema
se requiere mayor compromiso de autoridades y funcionarios de este municipio
Provincial y en los distritales, que no se hagan los locos, aunque sea por los
pocos meses que les queda de gestión y no esperemos que ocurra una verdadera
emergencia para recién estar preocupándonos por todo, lo que no alcanzamos a ejecutar.
Salvo mejor parecer.