HUAURA: CAPTURAN AL PADRINO

Después de un año de haberse ordenado su captura, recién este miércoles fue aprehendido Claudio Eduardo Campos Egues, conocido como “El Padrino”, sujeto sentenciado por el delito de estafa genérica en agravio del Estado.

“El Padrino”, lideró una de las redes de falsificadores de documentos que permitieron a miles contar con el pago de una jubilación a la que no tenían derecho, muchos de estos beneficiados incluso ni siquiera habían trabajado, pero religiosamente cobraban sus “pensiones” todos los meses.

Para ello, segun la policia y las investigaciones Campos Egues y sus cómplices le creaban aportaciones inexistentes falsificando certificados de trabajo y hasta certificaciones médicas en las que se consignaba invalidez, logrando engañar al Organismo de Normalización Previsional (ONP) apoderándose de millonarias sumas de dinero del que gozaron los supuestos jubilados y sus afiliadores, quienes se llevaban porcentajes altos por lograr la jubilación.

DEFICIENCIA FISCAL
Cuando la División de Estafas de la DIVINCRI Lima, desnudó el delito y las oscuras operaciones que comprometen a funcionarios de la ONP, Claudio Campos fue denunciado y sentenciado el 8 de mayo del 2008 a 3 años cuatro meses de prisión, tras acogerse a la Terminación Anticipada, aceptó haber cometido el delito y se comprometió a pagar una reparación civil de 200 mil soles

El 31 de marzo del 2009, tras 10 meses de cárcel pidió el beneficio de la semilibertad y se la dieron bajo reglas de conducta dentro de las cuales se establecía el pago total de la reparación civil, sin embargo no lo hizo.

SU CAPTURA
Efectivos del Departamento de la Policía Judicial (DEPOLJUD) a cargo del mayor Amaro se trasladaron a Sayán la madrugada de este miércoles y montaron vigilancia hasta que encontraron a El Padrino, lo intervinieron y lo trasladaron hasta los calabozos de esta Corte y en las próximas horas será internado nuevamente en el Penal de Huacho.

Claudio Eduardo Campos Egues deberá cumplir el resto de pena, que ascendería a un año nueve meses y cuatro días de privación de la libertad efectiva, al que debe descontarse la redención de la pena por trabajo y educación.